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13 RAZONES porque EDUCAR

Empezamos a ver la serie de 13 Reasons Why (Por 13 Razones) motivadas por diferentes sucesos que nos tocaban vivir en el ambiente del colegio, y con el deseo de “estar donde los jóvenes están” en este caso, el mundo virtual, el mundo de Netlfix ®.

 

Quizás un poco como ellos nos apasionamos a la serie y empezamos a generarnos muchas preguntas, ¿es bueno que los chicos vean esto? ¿acaso es motivar al suicidio? Pero dejando a un lado esto, la realidad es que los jóvenes la están viendo, en lugar de solamente criticarla ¿por qué no reflexionar sobre lo que esta serie nos quiere mostrar de la realidad que viven nuestros jóvenes?

 

Algunos dirán que la serie es un poco exagerado, las estadísticas dirán otra cosa, pero independientemente de esto finalmente el cine y el arte tienen ese propósito, hacer visible, concreto, real aquello que muchas veces no vemos.

 

Todo esto nos llevó a querer compartir esta reflexión, que en la misma sintonía, y frente a los 13 motivos para acabar con la vida que encuentra la joven protagonista, queremos proponer 13 modos de educar para este nuevo tiempo, que despierten el sentido de vivir en cada uno de nuestros jóvenes, y que despierten en nosotros el deseo de seguir apostando por una nueva educación.

 

Sabemos que hay muchos más, y que no agotaremos lo que se puede decir de éstos que elegimos a la luz de la serie, de nuestra parte solo arrojaremos algunos cuestionamientos que nosotras mismas nos  hacemos desde nuestra práctica educativa.

 

1. Educar para el manejo de las emociones.

En varios momentos de la serie más de uno se refiere a Hanna como dramática, ¿lo es? ¿no lo son acaso todos los adolescentes?

Creemos más bien que el modo de vivir las emociones de Hanna es el modo habitual en que lo viven los adolescentes, y que deberíamos cuestionarnos ¿acaso les hemos enseñado otro modo de hacerlo?  Emocionalmente hablando la adolescencia es un momento sumamente fuerte ¿será que en nuestras clases solo hablamos de la adolescencia como tema y no como hecho que ocurre en la vida de nuestros alumnos? ¿Cómo gestionamos nosotros las emociones? ¿pueden ver los jóvenes en los docentes referentes y modos alternativos para el manejo de las emociones?

 

2. Educar desde la confianza.

Muchas críticas a la serie se centran en el silencio y la ausencia de los adultos, como desconociendo el drama que viven los jóvenes. Me hace pensar, nosotros como docentes, ¿generamos confianza en los jóvenes? Sabemos que ésta no es cosa de un día, no es solo preguntar ¿Cómo estas? Ya que dentro de la complejidad del adolescente, él quiere ayuda pero no sabe pedirla.

Creemos que si ninguno de los personajes de la serie se acerca a un adulto es quizás porque no se ha generado el vínculo suficiente como para compartir sin miedo de ser juzgados, todo aquello que está ocurriendo. ¡Cuántas cosas pasan por fuera del aula que son las que ocupan el corazón y la mente de nuestros alumnos! ¿tendrán ellos la confianza para contarnos eso?¿tendremos nosotros espacios para “perder el tiempo” generando puentes y no muros con los jóvenes?

 

3.  Educar en la equidad de género

¿Por qué aún nos cuesta tanto en nuestros colegios hablar acerca de la homosexualidad, transexualidad y otros temas en torno a la orientación sexual y aún más sobre lo que significan los roles de género impuestos por la sociedad?

Recordaba a uno de mis estudiantes que criticaba la igualdad de género y cuestionaba el por qué las niñas podían tener el cabello largo pero porque a él lo mandaban a cortarse el cabello. Es una situación bastante simple pero que a la hora de hablarlo entre los equipos de los colegios se convierte en una complejidad.

Antes que nada necesitamos unas líneas sobre lo que entendemos por equidad de género y tomar conciencia que el machismo siempre engendra violencia, no solo para la mujer, también para los hombres ¿Seremos capaces de derribar nuestras estructuras mentales y desaprender lo que hemos aprendido?

 

4. Educar en la sexualidad

Debemos reconocer que hemos dado importantes pasos en la educación y que de a poco se han ido incluyendo estos temas, pero aún nos queda un largo recorrido. Pasar del mero moralismo con el que a veces hablamos de este tema a hablarlo desde una dimensión más amplia, que englobe a la persona y eduque en valorar una sexualidad, que no esté desconectada de sus implicaciones afectivas y emocionales.

Además un aspecto importante es no dejar de lado la realidad en torno a los abusos, sabemos que el 90% de ellos se da con familiares, lo cual crea mucha dificultad para que la persona se atreva a contarlo, además de la culpa que siempre experimenta cualquier persona que ha sido abusada. ¿Qué tan preparado estamos para abordar estos temas? ¿Los mencionamos sin miedo, lo hablamos en la clase o será que olvidando lo amplio de la sexualidad, seguimos creyendo que es solo “tema” de algunas asignaturas?

 

5. Educar para ver lo bueno y bello de los demás

Durante la serie se puede apreciar una interesante dinámica que propone la profesora de literatura, que consiste en unas bolsas de papel con el nombre de cada quien y dentro de ella se iban depositando aspectos positivos de los compañeros, sin embargo en muchos casos no tenía el éxito que se esperaba, ya que los que más necesitaban no recibían esa mirada de afecto y aprecio. ¿Genera nuestro modo de educar la capacidad de poder descubrir lo bueno y bello de los demás? ¿Con nuestras metodologías solo alentamos a los “de siempre” o propiciamos el descubrimiento de los diferentes talentos?

 

6. Educar en la responsabilidad de nuestros actos

La tragedia de Hannah empieza con un juego de chicos, mostrando la foto de una chica con la que compartió en el parque. Justin la muestra, pero el acto no pasa a más, fue Bryce quien toma atrevidamente el smartphone de su amigo y la difunde, lo que será el principio del fin de una chica que llega a las últimas consecuencias quitándose la vida.

La adolescencia y la juventud son etapas donde se vive intensamente y donde crees que siempre tienes otra oportunidad porque la excusa es “soy joven, soy inexperto, perdón no sabía lo que estaba haciendo”. ¿Educamos a los adolescentes desde niños que cualquier decisión que tomen ya sea acertadamente o equivocadamente tiene una consecuencia que afecta a terceras personas? Consecuencia que debemos asumir aunque nos hayamos equivocado.

En este tema los docentes necesitamos la ayuda de los padres, que en lugar de atacar a los profesores o al colegio, ayuden a sus hijos e hijas asumir las consecuencias de sus actos.

 

7. Educar en el manejo de las redes sociales

Frente a las redes sociales, hay un grito urgente de necesidad de educar en su uso, retomamos las palabras de la protagonista: ¿Alguna vez te has sentido vigilado? Invadido en tu privacidad? Estamos vigilando, siguiendo a alguien. “Facebook, Twitter, Instagram nos convirtieron en una sociedad de acosadores”. La palabra suena fuerte, pero es así. Basta un clic para conectarnos con quien deseemos. De esto se trata, el cómo educamos en esta herramienta que se ha convertido en la vida de nuestros adolescentes y jóvenes.

 

Por otra parte reconocemos el valor de las redes sociales para estar en contacto con los estudiantes, pero a la vez la necesidad de ponerles límites en los horarios y temas que podemos compartir por esos medios, considero que eso es sumamente educativo ¿Cómo utilizamos las redes sociales? ¿sin dejar de lado nuestro ser educadores o cayendo en los mismos “vicios” que criticamos con tanta facilidad en nuestros alumnos?

 

8. Educar en las relaciones de verdadera amistad

Durante un momento de la serie, uno de los jóvenes se cuestiona que si la protagonista hubiese tenido una sola amiga o amigo la historia sería diferente. En un tiempo de miles de redes sociales, los jóvenes tienen cada vez más dificultad para crear verdaderos vínculos y amistades. ¿Son nuestras aulas espacios para aprender a relacionarnos de verdad? Dicen que la escuela nunca desaparecerá porque hay una función que no se puede reemplazar virtualmente: el contacto, el aprender a ser personas en relación. ¿Será que ese “futuro” no está realmente ya presente?

 

9. Educar para generar otros espacios seguros para los talentos de los alumnos

Hay un momento de la serie que parece que la protagonista, finalmente encontrará en un un grupo de escritores un espacio donde puede ser ella misma, un lugar que le permite expresar sus emociones y sentirse aceptada. Por otros motivos, este espacio también se vuelve en su contra.

Sabemos que el afán de querer pertenecer a un grupo se acentúa en la adolescencia. Por eso sería importante como educadores fomentar diferentes espacios alternativos, donde los jóvenes se puedan sentir aceptados, donde puedan desarrollar sus talentos con confianza y creatividad, sin miedo a ser juzgados.

 

10. Educar en la interioridad

Es doloroso pensar que tantas personas tienen todo un mundo por dentro, que nunca descubren o que descubriéndolo les da miedo en lugar ser un medio de encuentro con su verdad más profunda. Hanna tiene mucho mundo interior, los 13 casettes que graba lo demuestran, las reflexiones que va haciendo de lo que le ha pasado, la conexión de cada uno de los sucesos, incluso ella misma reconoce que al acabar de grabarlos se sentía más liberada, pero está tan herida que ya no hay vuelta atrás en su decisión. ¿Cómo ayudamos por medio de la educación a que los jóvenes descubran, sin miedo todo lo que llevan dentro? ¿Propiciamos entrar en la hondura de nuestro propio ser?

 

11. Educar en el manejo saludable de la culpa

Clyde pasa gran parte de la serie culpándose. ¿Por qué no estuve ahí? ¿Por qué no vi los signos de Hannah?. Últimamente esta sociedad en la que vivimos nos ha vendido la idea de que ninguna culpa es buena, y debemos tener claro que eso no es así. Una culpa sana, es la que nos lleva a reparar el daño que hemos hecho, si no damos lugar a sentir culpa no daremos lugar a ser responsables de nuestros actos frente a los otros.

 

 12. Educar para vivir la frustración

Este es un tema del que hablamos poco ¿que pasaba con Bryce, que creía que todo lo podría conseguir con el dinero, con Hanna y todos sus compañeros al no tener lo deseado se ven sumergidos en el sin sentido y el vacío, ese vacío del que habla Hannah. “Estar muerta respirando”.

Nos cuesta acoger que no todo lo que deseamos lo podemos obtener, no se trata de inculcar conformismo y que no luchen por sus sueños, se trata de enseñarnos entre todos que hay situaciones que se nos salen de las manos y es soltar para empezar a agradecer por lo que ya tenemos.

¿Evitamos en nuestros alumnos todo tipo de frustraciones por miedo a complicarnos la vida? ¿Sin exigirles mucho y aceptando todo tipo de excusas?

 

13. Educar siendo humanos

Al final de la serie, Hanna está tan herida, que ya ni siquiera puede amar ni ser amada. A los jóvenes les toca vivir tiempos muy difíciles, llenos de imágenes, información, estímulos pero muy pocos recursos, tiempos y espacios para procesarlos. ¿Cómo nosotros los docentes hacemos nuestros propios procesos para digerir el bombardeo del día a día y como se lo enseñamos a los jóvenes? En esta razón lo que queremos exponer es eso que nos dicen las redes sociales a través de un maravilloso diseño, lo que nos dicen los psicólogos y psicólogas. “Necesitamos parar, respirar y vivir el presente” Se dice fácil pero como nos cuesta desconectarnos y que más a los chicos y chicas que viven descubriendo, descargando, actualizándose.

Los adolescentes y jóvenes necesitan de facilitadores, guías y acompañantes de las aventuras de sus vidas. No quieren cómplices que les apañen sus fechorías o alcahuetes que se hacen de la vista gorda, necesitan personas humanas que les hablen de experiencia. ¿Por qué será que los youtuber tienen tanto éxito? Será porque hablan de sus vidas exponiendo sus errores con una pizca de humor. Atrevámonos a vernos y sentirnos más humanos delante de ellos.

 

 

A modo de cierre

Esta serie no solo nos ha apasionado porque es algo que están viendo y viviendo nuestros adolescentes y jóvenes, quisiéramos ayudarles, evitarles dolores, prevenirlos de todo lo que puede pasar, sin embargo, hay algo que nunca podremos controlar y que solo el tiempo y la gracia pueden hacer en la vida de cada uno de ellos: VIVIR, y así ser los protagonistas de sus propias historias, nunca podremos evitar sus errores, incluso hasta son necesarios, lo que si podemos hacer es acompañarles., sin juzgarle, sin criticarle. Con amor.

 

Dicen que la serie traerá una segunda parte, ojalá que en esta secuela, nos muestre cómo es posible transformar esa realidad, que frente a las 13 razones de Hannah existen otras 13 razones por las que seguir apostando y creyendo que otro mundo es posible.

 

 

Christine Jarquin, stj (Nicaragua)

Guadalupe Galeano, stj (Paraguay)

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